Croacia se ubica en la Europa Central, a las orillas del Mar Adriático. Antes del viaje no teníamos mucha idea de la diversidad de este país, tanto si se trata del paisaje como de la comida o cultura. Dirigiéndose desde el nordeste del lado de Eslovenia, a lo largo del Mar Adriático hacia el sur, se puede observar unos valores naturales muy originales. Primero, entrando en las llanuras de Panonia, pasábamos a los lados de ciudades y pueblos, bosques del haya y roble típicos de esta región, prados y animales (las que se puede encontrar también en Polonia), para atravesando luego unos paisajes cársticos bellos llegar a una autopista que lleva desde las fronteras meridionales de Croacia a través de las montañas calcáreas y colinas de flora baja y conífera. Uno de los paisajes interesantes es el pico más alto en Croacia, Dinara (1831 metros), al que no se pude perder partiendo para Dubrovnik.
Hay dos vías: una a la orilla del mar y otra, más rápida, la autopista. Si se tiene más tiempo, una buena idea es desviarse del camino y admirar la belleza de la línea de la costa. ¿Y por qué lo menciono? Croacia tiene un potencial turístico enorme, adaptado incluso para los turistas más exigentes, dependiendo de sus posibilidades económicas. Viajando a lo largo del Adriático, se puede encontrar sin problemas un hotel pequeño o unas habitaciones en alquiler. Los precios oscilan entre 15 euro en caso del alquiler de habitaciones y 20-35 euro en los hoteles y pensiones durante la temporada alta.
Lo interesante es que a lo largo de la costa hay hacia 1185 islas e islotes, así que merece la pena aparcar a veces el coche en el puerto e ir en un bote a lugares bellísimos, todavía no afectados por el turismo masivo. Es importante llevar consigo calzado de goma, si queremos meternos en el agua. En una orilla pedregosa y rocosa de aguas calientes se encuentran erizos marinos. Estos son unos erizos muy pequeños con muchas púas, su abrigo natural. Si tal criatura barrunta un peligro, libera púas muy pequeñas y agudas que se clavan en el cuerpo no protegido. En efecto, seguro que habrá una visita al médico después de la vuelta. Tanto más, que una tardanza demasiado larga termina con una infección. Las chancletas de goma se las puede comprar en Croacia, pero son más baratas en Polonia.
Si se elige la opción de recorrer el país viajando a lo largo de la costa, se tiene la oportunidad de conocer mejor a la gente, su cultura y su manera de ser. Con los nativos jóvenes se puede comunicar en inglés sin problemas. Pero a veces la lengua no es necesaria para sentir plenamente la historia de este país. Unos kilómetros después de pasar al lado de Zagrzeb, se presentó a nuestros ojos una vista que merece al menos unas palabras de asombro. En los campos había unos tanques quemados, objetos de recuerdo del periodo de la Guerra Civil en los años 1991-1995. Atravesando las ciudades y pueblos de ningún modo se pude dejar pasar los edificios abandonados o casas con huellas dejadas por las bombas y proyectiles. Tras la guerra, cuando los servios fueron expulsados de los terrenos de la Croacia actual, se sentó como principio la lealtad religiosa que imponía el catolicismo a los heterodoxos. Este fue un paso intencional contra los servios, que hasta este momento no se asimilaron con los croatas. Si un servio ortodoxo no quería convertirse al catolicismo (y eso fue lo más frecuente), tenía que abandonar el país dejando todo lo que poseía sin la posibilidad de solicitar una indemnización. Y por eso, cada una de dos o tres casas está abandonada, con huellas de luchas de hace años esperando para la nacionalización.
Yendo por la autopista podemos llegar a cualquier sitio muy rápido, ya que la red de autovías se extiende por todo el país con múltiples túneles, a veces, de hasta unos kilómetros. Por supuesto, eligiendo esta opción no vamos a ver todos estos lugares bellísimos, los que mencionamos antes.
Generalmente, se pude pagar en todas partes en euro y esto se recomienda, pero la moneda nacional de Croacia es la Kuna (Kn, HRK), que se subdivide en 100 lipa. La palabra croata kuna hace referencia al animal conocido como marta. Hace años, se usaba pieles de martas como unidades de cambio, eran un medio de pago más popular y aunque la forma de pago cambió con el transcurso del tiempo, el nombre se mantuvo. Sin embargo, hay que mencionar aquí que pueden ocurrir problemas con el pago en euro en barracas de venta o instituciones estatales como el correo. En ciudades más grandes siempre se puede ir a una casa de cambio – así llamada “mjenjalnica” o a un banco. Es aconsejable tener tantas kunas cuantas realmente necesitamos, porque el cambio al revés es posible solamente en un banco, y además, después de enseñar el comprobante de compra. Nosotros no lo intentamos, pero parece que en los bancos hacen problemas con esto..
Merece la pena visitar este país. Desgraciadamente, es imposible recorrerlo en un sólo viaje. Por eso, sería bueno estar un rato sobre un guía y elegir unos lugares estratégicos que se ajusten mejor al carácter del viaje y realizar el recreo según el itinerario. En este caso, ir por la autopista será una opción mejor.
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